jueves, 21 de octubre de 2021

LAS DECEPCIONES



Ponemos a las personas en cubículos que sólo responden a nuestros patrones, a nuestras expectativas, nuestros valores..Y resulta que los cubículos contienen, restringen, no liberan...no dejan espacio al cambio o al crecimiento..No te obsesiones cómo tiene que ser una persona! Ni tampoco te obsesiones con una persona.

Cuántas veces decimos: “Esta persona me ha decepcionado, este trabajo me ha decepcionado, éste lugar me ha decepcionado”...En una palabra, nos vamos decepcionado un montón de veces, de todo, de todos. El asunto es en cambio cómo vamos a vivir entre decepción y decepción sin dejar que la decepción nos hunda en la desesperación.

Principio nº 1: la “inseguridad” es la única “seguridad”.. Pero en lugar de dar un sentido negativo a ésta afirmación diré que “la inseguridad encierra aventura, riesgo, sorpresas y lecciones que van a formar nuestro carácter. No vamos a poder controlar lo que nos sucede o sucederá.

Es la constante búsqueda de seguridad la que nos vuelve inseguros.

En realidad las decepciones son superinteresantes! A veces las veo como una caja de sorpresas y podemos incluso divertirnos ...es como decir, a ver, a ver, cómo me sorprendes en la próxima decepción...Pero no, en la práctica lo transformamos en un gran disgusto, profunda tristeza y lo único que sucede es que nos “fastidiamos el estómago” y perdemos el sueño desaprovechando el tiempo presente.

¡Qué gran egoismo encerramos dentro cuando decimos “Me has decepcionado”!..porque nosotros también decepcionamos. Te guste o no, preparada o no, vas a decepcionarte de muchas cosas, de muchas personas y lo interesante es que no hay nada malo en ello, nada horrible si superas esa decepción. El asunto es que entre decepción y decepción vas a disfrutar de la vida. ¡Prepárate! Tampoco es sano que trates de adaptarte, sentirte culpable o intentar todo el tiempo de no decepcionar a otros. Todo en un término medio.

Un ejercicio que me hace bien y practico desde hace años es el de concentrarme en lo bueno vivido junto a los que me decepcionaron y ya no están en mi camino. Así puedo almacenar lo bonito y borrar la escoria. (risas).

Principio nº 2: Lo único permanente es lo “impermanente”. Las cosas son temporales... Cada uno tendrá su propio ejemplo...Cuántas veces pensamos, este trabajo, esta persona, esta situación son para toda la vida y paso siguiente, la persona desaparece, se enferma, se va, cambia de rumbo o lo que sea, el trabajo termina, el problema desaparece y todo se esfuma. Las personas llegarán y también se irán. Experimentarás fracasos, alguien vendrá y te provocará una herida que te romperá el corazón. Pero sabes qué? No hay nada malo ni horrible en ello, si superas la desilución vas a aprender a disfrutar de la vida entre decepción y decepción.

Los conflictos son inevitables...Todos tenemos egos y también nosotros decepcionamos a otras personas...Hemos de olvidar el “derecho de tener razón” todo el tiempo, pues no es necesario “tener razón” si con esto vas a lograr sólo un “enemigo o amigo vencido”. Tener razón es también “temporal” y puede que tú también cambies de opinión dentro de una semana, un mes, un año...

Conclusión: Acortemos cada vez más el tiempo que dura la decepción para poder alargar más el tiempo que dura la alegría de la vida.