Un proverbio chino dice…El buen médico evita que se produzca la enfermedad, el malo la persigue.
El tema de la prevención de enfermedades no interesa sólo a los médicos, por supuesto, sino a todos, en especial a cada uno de nosotros, al potencial paciente, ya que no sólo prevenir es más fácil que curar sino también es más económico. Sobre todo, si hablamos de prevenir enfermedades con el potencial de la huerta mediterránea, tan rica en la región en la que vivimos.
En primer lugar y a modo de definición, el CANCER es una alteración o una desviación del metabolismo de las células. Puede ser considerado como una enfermedad metabólica de las células y, en nuestra alimentación se presentan a la vez tanto sustancias cancerosas como anticancerosas. El CANCER es como un motín de las células que se oprimen hasta el suicidio. Es una perversión del proceso vital.
Aunque en algún sentido es una enfermedad típica de nuestra civilización, el cáncer no es algo nuevo, ha estado presente tanto tiempo como la vida misma en mayor o menor grado. Hay evidencias de tumores en esqueletos de dinosaurios y, por ejemplo el caso del fémur de un oso gigantesco de 1.750.000 años con un típico osteosarcoma.
El tema de la prevención de enfermedades no interesa sólo a los médicos, por supuesto, sino a todos, en especial a cada uno de nosotros, al potencial paciente, ya que no sólo prevenir es más fácil que curar sino también es más económico. Sobre todo, si hablamos de prevenir enfermedades con el potencial de la huerta mediterránea, tan rica en la región en la que vivimos.
En primer lugar y a modo de definición, el CANCER es una alteración o una desviación del metabolismo de las células. Puede ser considerado como una enfermedad metabólica de las células y, en nuestra alimentación se presentan a la vez tanto sustancias cancerosas como anticancerosas. El CANCER es como un motín de las células que se oprimen hasta el suicidio. Es una perversión del proceso vital.
Aunque en algún sentido es una enfermedad típica de nuestra civilización, el cáncer no es algo nuevo, ha estado presente tanto tiempo como la vida misma en mayor o menor grado. Hay evidencias de tumores en esqueletos de dinosaurios y, por ejemplo el caso del fémur de un oso gigantesco de 1.750.000 años con un típico osteosarcoma.
DOS CARACTERÍSTICAS DIFERENTES A LAS DEMÁS CÉLULAS:
Por un lado sufren un crecimiento incontrolado y por el otro, (el aspecto mortífero) se trata de la única célula que puede desprenderse de su lugar de origen, viajar a otra parte del cuerpo y extenderse.
Aunque todavía hay mucha confusión acerca del origen del cáncer, hay pautas claras que nos indican que la alimentación es determinante en la prevención del cáncer, más específicamente de algunos tipos de cáncer. De acuerdo a estadísticas de buena fuente, el 35% del total de las enfermedades cancerosas tiene como principal factor de riesgo la alimentación. Hoy más que nunca los especialistas en enfermedades cancerosas (oncólogos) nos insisten cada vez más a través de congresos y simposios que las frutas y verduras tienen efectos protectores contra el cáncer, especialmente de esófago, estómago, colon, recto, laringe y pulmón.
Con el propósito de ponernos en guardia y no para asustarnos, la O.M.S., Organización Mundial de la Salud, hace una crítica a los nuevos hábitos dietéticos españoles, no me refiero a la Dieta Mediterránea, diciendo que España es el país desarrollado que contabiliza más mortalidad asociada a la dieta. Este hecho se debe al deterioro de los hábitos de alimentación, consumo excesivo de grasas y proteínas, sobre todo animales y a un déficit de fibras vegetales.
Que esto no nos lleve a desanimarnos! Tenemos buenas noticias…Los especialistas en cáncer están más optimistas que nunca, hace varias décadas que declararon la “guerra al cáncer” y se han ganado y van ganando nuevas batallas.
Quien iba a suponer que los elementos encontrados en futas, verduras, cereales y otros alimentos resultarían ser nuestras armas más eficaces en cuanto a la prevención. Estas conclusiones se han puesto en evidencia a través de numerosos estudios acerca del papel de los alimentos en la prevención del cáncer. Naturalmente, la prevención alimentaria es válida para algunas formas de cáncer y no para todas.
Por un lado sufren un crecimiento incontrolado y por el otro, (el aspecto mortífero) se trata de la única célula que puede desprenderse de su lugar de origen, viajar a otra parte del cuerpo y extenderse.
Aunque todavía hay mucha confusión acerca del origen del cáncer, hay pautas claras que nos indican que la alimentación es determinante en la prevención del cáncer, más específicamente de algunos tipos de cáncer. De acuerdo a estadísticas de buena fuente, el 35% del total de las enfermedades cancerosas tiene como principal factor de riesgo la alimentación. Hoy más que nunca los especialistas en enfermedades cancerosas (oncólogos) nos insisten cada vez más a través de congresos y simposios que las frutas y verduras tienen efectos protectores contra el cáncer, especialmente de esófago, estómago, colon, recto, laringe y pulmón.
Con el propósito de ponernos en guardia y no para asustarnos, la O.M.S., Organización Mundial de la Salud, hace una crítica a los nuevos hábitos dietéticos españoles, no me refiero a la Dieta Mediterránea, diciendo que España es el país desarrollado que contabiliza más mortalidad asociada a la dieta. Este hecho se debe al deterioro de los hábitos de alimentación, consumo excesivo de grasas y proteínas, sobre todo animales y a un déficit de fibras vegetales.
Que esto no nos lleve a desanimarnos! Tenemos buenas noticias…Los especialistas en cáncer están más optimistas que nunca, hace varias décadas que declararon la “guerra al cáncer” y se han ganado y van ganando nuevas batallas.
Quien iba a suponer que los elementos encontrados en futas, verduras, cereales y otros alimentos resultarían ser nuestras armas más eficaces en cuanto a la prevención. Estas conclusiones se han puesto en evidencia a través de numerosos estudios acerca del papel de los alimentos en la prevención del cáncer. Naturalmente, la prevención alimentaria es válida para algunas formas de cáncer y no para todas.
UNA BUENA ALIMENTACIÓN:
Comencemos a examinar la forma en que una buena alimentación puede ser de gran ayuda. Una cosa es segura: el estilo de vida y no la herencia genética es lo que más influye en las posibilidades de evitar alguna forma de cáncer.
Las investigaciones relacionan claramente los efectos benéficos de la alimentación adecuada con la prevención del cáncer que comienza en la piel o en los tejidos de la boca y otros órganos. Estos tipos de cáncer se denominan “carcinomas”. Por el contrario, el cáncer que se origina en los músculos y huesos (sarcoma), en la sangre y sus órganos productores (leucemia) y en el sistema linfático (linfoma), parece estar influido por factores muy diferentes, virus, radiación y productos químicos tóxicos.
Siguiendo con el tema de la prevención, hay varios nutrientes que están en el candelero:
En primer lugar el factor Caroteno-Vitamina A. Son agentes antioxidantes, inhiben los radicales libres, tan nocivos y causantes de muchos efectos tóxicos en la célula, http://es.wikipedia.org/wiki/Antioxidantes
Ahora bien, la forma vegetal de la vitamina A no es tóxica, la ingestión de cantidades excesivas puede provocar pigmentación amarilla en la piel que desaparecerá al reducir el consumo y dicho síntoma no es grave.
No confundir, si tomamos suplementos, el caroteno con la vitamina A sintética o la vitamina A de los aceites de pescado que pueden producir problemas cuando se superan las 25.000 unidades.
Otro factor o nutriente es la Vitamina C. Esta es una de las más seguras, sólo dosis que superan las 4 cifras puede producir diarrea o acidez estomacal, más allá de los 1.000 miligramos diarios.
La Vitamina C es un poderoso antioxidante que barre de la célula los nocivos Radicales libres.
Otra vitamina, la Vitamina E, junto con la A y la C ayudan a prevenir la formación de sustancias cancerígenas, se potencian juntas.
Consulta la tabla de frutas y verduras ricas en estas vitaminas al final del artículo.
LOS AGENTES FITOQUÍMICOS:
Las verduras, frutas y hortalizas son productos naturales que tienen unas sustancias que las protegen de las radiaciones solares excesivas y de los agentes patógenos. Se llaman “agentes fitoquímicos” y son estas sustancias las que intervienen en las distintas fases de la vida del tumor. Pueden impedir su avance e incluso reeducar a las células malignas.
Por ejemplo, los terpenos del limón disminuyen el riesgo de padecer tumores gástricos y además el limón es rico en Vitamina C, poderoso antioxidante.
El tomate por su parte, tiene dos potentes ácidos que reducen la formación de unas sustancias cancerígenas que se forman en los ahumados y barbacoas (nitrosaminas).
La zanahoria, con sus más de 600 agentes activos del grupo de los carotenos reduce el riesgo de contraer cáncer de pulmón.
La cebolla, igual que el ajo contiene sulfuro alílico, un gran protector frente al cáncer de estómago.
El brécol, a veces poco frecuente, es la estrella anticancerígena y todas las hortalizas de la familia de las crucíferas en igual modo.
Si quieres profundizar, ve al enlace: http://www.uned.es/pea-nutricion-y-dietetica-I/guia/cancer/alim_protectores.htm
Comencemos a examinar la forma en que una buena alimentación puede ser de gran ayuda. Una cosa es segura: el estilo de vida y no la herencia genética es lo que más influye en las posibilidades de evitar alguna forma de cáncer.
Las investigaciones relacionan claramente los efectos benéficos de la alimentación adecuada con la prevención del cáncer que comienza en la piel o en los tejidos de la boca y otros órganos. Estos tipos de cáncer se denominan “carcinomas”. Por el contrario, el cáncer que se origina en los músculos y huesos (sarcoma), en la sangre y sus órganos productores (leucemia) y en el sistema linfático (linfoma), parece estar influido por factores muy diferentes, virus, radiación y productos químicos tóxicos.
Siguiendo con el tema de la prevención, hay varios nutrientes que están en el candelero:
En primer lugar el factor Caroteno-Vitamina A. Son agentes antioxidantes, inhiben los radicales libres, tan nocivos y causantes de muchos efectos tóxicos en la célula, http://es.wikipedia.org/wiki/Antioxidantes
Ahora bien, la forma vegetal de la vitamina A no es tóxica, la ingestión de cantidades excesivas puede provocar pigmentación amarilla en la piel que desaparecerá al reducir el consumo y dicho síntoma no es grave.
No confundir, si tomamos suplementos, el caroteno con la vitamina A sintética o la vitamina A de los aceites de pescado que pueden producir problemas cuando se superan las 25.000 unidades.
Otro factor o nutriente es la Vitamina C. Esta es una de las más seguras, sólo dosis que superan las 4 cifras puede producir diarrea o acidez estomacal, más allá de los 1.000 miligramos diarios.
La Vitamina C es un poderoso antioxidante que barre de la célula los nocivos Radicales libres.
Otra vitamina, la Vitamina E, junto con la A y la C ayudan a prevenir la formación de sustancias cancerígenas, se potencian juntas.
Consulta la tabla de frutas y verduras ricas en estas vitaminas al final del artículo.
LOS AGENTES FITOQUÍMICOS:
Las verduras, frutas y hortalizas son productos naturales que tienen unas sustancias que las protegen de las radiaciones solares excesivas y de los agentes patógenos. Se llaman “agentes fitoquímicos” y son estas sustancias las que intervienen en las distintas fases de la vida del tumor. Pueden impedir su avance e incluso reeducar a las células malignas.
Por ejemplo, los terpenos del limón disminuyen el riesgo de padecer tumores gástricos y además el limón es rico en Vitamina C, poderoso antioxidante.
El tomate por su parte, tiene dos potentes ácidos que reducen la formación de unas sustancias cancerígenas que se forman en los ahumados y barbacoas (nitrosaminas).
La zanahoria, con sus más de 600 agentes activos del grupo de los carotenos reduce el riesgo de contraer cáncer de pulmón.
La cebolla, igual que el ajo contiene sulfuro alílico, un gran protector frente al cáncer de estómago.
El brécol, a veces poco frecuente, es la estrella anticancerígena y todas las hortalizas de la familia de las crucíferas en igual modo.
Si quieres profundizar, ve al enlace: http://www.uned.es/pea-nutricion-y-dietetica-I/guia/cancer/alim_protectores.htm
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA A:
Acedera, zanahorias (cocidas liberan mejor los carotenos), berro, boniato, brécol, diente de león (hojas), espinacas, orejones de albaricoques, perejil, etc.
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA C:
Kiwi, caqui, col de Bruselas, pimientos rojos, pimientos verdes, limón, naranja, etc.
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA E:
Aceite de girasol, almendras, cacahuetes, germen de maíz, soja germinada, germen de trigo, etc.
http://www.uned.es/pea-nutricion-y-dietetica-I/guia/guianutr/compo41.htm
Acedera, zanahorias (cocidas liberan mejor los carotenos), berro, boniato, brécol, diente de león (hojas), espinacas, orejones de albaricoques, perejil, etc.
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA C:
Kiwi, caqui, col de Bruselas, pimientos rojos, pimientos verdes, limón, naranja, etc.
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA E:
Aceite de girasol, almendras, cacahuetes, germen de maíz, soja germinada, germen de trigo, etc.
http://www.uned.es/pea-nutricion-y-dietetica-I/guia/guianutr/compo41.htm
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